No es tan fácil confiar cuando te fallan una y otra vez, ¿por qué no te van a volver a fallar?.
Queremos confiar en los demás, siempre esperamos que nos digan la verdad.
La decepción es una de las cosas que más nos lastiman, ¿en quién podemos confiar?.
Nos preocupamos mucho por no fallarle a los demás, por no defraudar su confianza... No defraudar y que no nos defrauden los demás, ¿es eso lo único que importa?.
De chico no querés fallar a los grandes, menos querés que los grandes te fallen.
Uno no quiere fallar a la gente que ama ni que ellos te fallen, ¿no?.
Uno no espera que sus seres más queridos le fallen, que un padre, un hermano, tu pareja te falle... ¿Cómo lo soportás?.
Pero el peor de los miedos no es que otros te fallen, el peor de los miedos es fallarse a si mismo.
Prometemos ser mejores, prometemos no volver a fallar, prometemos no mentir más, prometemos para siempre, porque siempre queremos ser mejores y dar lo mejor.
El amor es una promesa, dos personas que se aman, se prometen que juntos tendrán una vida mejor... No alcanza la promesa de uno solo, se necesitan las dos promesas.
Nada duele más que una promesa de amor incumplida, por eso cuesta tanto prometer, y creer en las promesas de amor...
martes, 26 de julio de 2011
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